Última actualización: 11 de abril de 2025
Análisis en profundidad de las nuevas proyecciones económicas para España
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía española, elevándolas dos décimas hasta situar el avance del PIB en un 2,5% para 2025. Esta corrección positiva, publicada ayer en su informe semestral, sitúa a España como una de las economías más dinámicas entre los países desarrollados, superando claramente la media de la eurozona.
No obstante, como economista especializado en política fiscal, considero fundamental analizar esta previsión más allá del titular optimista. El propio organismo internacional señala importantes advertencias sobre riesgos crecientes que podrían comprometer este escenario favorable, particularmente los asociados al impacto de la guerra comercial global iniciada por la administración Trump y la fragmentación política que experimenta España.
Fortalezas actuales de la economía española: Análisis sectorial y laboral
Según el detallado informe del FMI, la economía española mantiene un «sólido desempeño» apoyado principalmente en dos pilares fundamentales:
- Exportaciones de servicios: El sector turístico y los servicios empresariales continúan siendo motores esenciales para la economía española, con una resiliencia notable frente a las tensiones internacionales.
- Evolución favorable del mercado laboral: A pesar de mantener tasas de desempleo estructuralmente elevadas, el mercado laboral español ha experimentado mejoras significativas que sostienen la demanda interna.
Los técnicos del FMI proyectan que el «crecimiento del consumo siga siendo sólido«, impulsado por «aumentos continuos de los salarios reales» y una «disminución gradual de las tasas de ahorro de los hogares«, factores que compensarán la desaceleración prevista en la creación de empleo.
Indicadores macroeconómicos: Tendencias y proyecciones a medio plazo
El análisis pormenorizado de los principales indicadores macroeconómicos refleja un panorama de estabilización progresiva:
- Desempleo: El FMI prevé que la tasa de paro se estabilice alrededor del 11% a medio plazo, un nivel que, aunque representa una mejora sustancial respecto a crisis anteriores, sigue siendo estructuralmente elevado y constituye una ineficiencia significativa del mercado laboral español.
- Inflación: Las proyecciones apuntan a una moderación de la inflación general y subyacente hasta aproximarse al objetivo del 2% a finales de 2025, lo que contribuiría a la recuperación del poder adquisitivo de los hogares.
- Crecimiento económico: Tras el repunte previsto para 2025 (2,5%), las estimaciones indican una moderación gradual hasta el 1,8% en 2026 y una estabilización posterior en torno al 1,7% anual, alineándose con el potencial de crecimiento estimado para la economía española.
Como he señalado reiteradamente en mis análisis sobre la economía española, estas cifras revelan limitaciones estructurales que condicionan nuestro potencial de crecimiento a largo plazo y que requerirían reformas fiscales y regulatorias más ambiciosas.
El impacto limitado de la guerra comercial en España: Análisis sectorial
Un aspecto particularmente relevante del informe, publicado en plena escalada de tensiones comerciales internacionales, es la valoración relativamente optimista sobre el impacto de los aranceles impuestos por la administración Trump.
El FMI considera que España presenta una «exposición comercial relativamente baja frente a EEUU«, significativamente menor que otras economías europeas relevantes como Alemania o Italia. Esta circunstancia actuaría como amortiguador parcial frente a las turbulencias comerciales globales.
No obstante, en mi opinión, esta valoración podría pecar de optimismo, dado que subestima los efectos indirectos que la disrupción de las cadenas globales de valor tendría sobre sectores estratégicos de la economía española. Los aranceles no solo afectan a las exportaciones directas, sino que generan efectos cascada a través de proveedores, clientes y competidores internacionales.
Riesgos fiscales y estructurales pendientes: La perspectiva crítica
Más allá del escenario central moderadamente optimista, considero fundamental señalar varios riesgos estructurales que el informe del FMI menciona pero no desarrolla con suficiente profundidad:
1. Sostenibilidad fiscal comprometida
La deuda pública española permanece en niveles históricamente elevados, superando el 105% del PIB. Esta situación, combinada con un déficit estructural persistente, reduce significativamente el margen de maniobra fiscal frente a potenciales choques económicos adversos.
La normalización de la política monetaria por parte del BCE y el consiguiente encarecimiento de los costes de financiación podrían generar tensiones adicionales sobre las cuentas públicas en los próximos ejercicios, especialmente si el crecimiento se modera como prevé el informe.
2. Productividad estancada y competitividad erosionada
A pesar del crecimiento económico, España sigue arrastrando un problema estructural de baja productividad. El modelo de crecimiento actual, excesivamente dependiente de sectores intensivos en mano de obra de baja cualificación, limita el potencial de convergencia con las economías más avanzadas de Europa.
Las recientes medidas regulatorias y fiscales implementadas por el gobierno han incrementado la presión sobre el tejido empresarial, especialmente sobre las PYMEs, que constituyen la columna vertebral de la economía española. Esta sobrecarga regulatoria y fiscal erosiona la competitividad empresarial en un entorno internacional crecientemente desafiante.
3. Fragmentación política y riesgo regulatorio
El informe del FMI menciona, aunque sin profundizar, los riesgos derivados de la fragmentación política. En mi análisis, este factor cobra especial relevancia en términos de incertidumbre regulatoria y fiscal.
La inestabilidad parlamentaria dificulta la implementación de reformas estructurales necesarias y fomenta la adopción de medidas cortoplacistas con efectos potencialmente distorsionadores sobre la actividad económica. La incertidumbre sobre el marco fiscal y regulatorio representa un lastre significativo para las decisiones de inversión empresarial.
Propuestas para un crecimiento sostenible: Reformas pendientes
Ante este escenario, resulta imprescindible diseñar e implementar un programa de reformas estructurales orientadas a fortalecer las bases del crecimiento económico español:
- Reforma fiscal integral pro-crecimiento: Simplificación del sistema tributario, reducción de la presión fiscal sobre el factor trabajo y la inversión productiva, y eliminación de distorsiones que penalizan el crecimiento empresarial.
- Modernización del mercado laboral: Reducción de la dualidad, fomento de la flexibilidad interna y mejora de las políticas activas de empleo para reducir el desempleo estructural.
- Eficiencia del gasto público: Evaluación sistemática de políticas públicas, eliminación de duplicidades administrativas y reorientación del gasto hacia áreas con mayor impacto sobre el crecimiento potencial.
- Mejora del entorno regulatorio: Simplificación administrativa, eliminación de barreras a la competencia y armonización regulatoria para favorecer la unidad de mercado.
Conclusiones: Perspectivas para la economía española
El informe del FMI proyecta un escenario central moderadamente favorable para la economía española en 2025, con un crecimiento que duplica la media de las economías avanzadas. No obstante, esta valoración positiva debe contextualizarse adecuadamente.
Las expectativas de crecimiento reflejan, en parte, el diferencial de crecimiento demográfico y la recuperación parcial tras la pandemia, más que mejoras sustanciales de productividad o competitividad estructural. La moderación prevista del crecimiento a partir de 2026 evidencia las limitaciones del modelo económico actual.
En ausencia de reformas estructurales ambiciosas, la economía española seguirá expuesta a vulnerabilidades significativas frente a choques externos, con un potencial de crecimiento limitado que dificultará la convergencia con las economías más avanzadas de Europa.
El verdadero desafío, por tanto, no consiste en celebrar la revisión al alza de dos décimas en las previsiones de crecimiento para 2025, sino en implementar las reformas necesarias para elevar el crecimiento potencial a medio y largo plazo, único camino para garantizar la prosperidad sostenible de la economía española.